En la actualidad gran parte de la población del barrio de Lavapiés se está viendo forzada a desplazarse a las afueras, debido a la colonización por parte del sistema económico neoliberal. Con esto se aparta de la vista a las poblaciones empobrecidas y personas que reivindican formas de vida colectiva, políticas inclusivas y asamblearias y que luchan en contra de la opresión, la alienación y el expolio por parte de las élites.
El proceso de gentrificación del barrio de Lavapiés se inicia de la siguiente manera:
En 1997, el Ayuntamiento declara el barrio Área de Rehabilitación Preferente (ARP), tras una oleada de ocupación de viviendas y centros sociales, que comienza con la apertura del centro social Amparo 83 (en 1985). Con la declaración de la ARP, se contabilizó una cantidad de 4.000 infraviviendas. Mil de las cuales fueron derruidas y sus solares comprados, con la consiguiente entrada al barrio de empresas inmobiliarias interesadas en especular.
Todo este movimiento de intereses económicos en el barrio genera un cambio en la calidad de vida de las personas. Podemos ver claros sus efectos a través de las fases generadas por el proceso de Gentrificación.
Etapas de la gentrificación:
1. DESINVERSIÓN
2. ESTIGMATIZACIÓN
3. REHABILITACIÓN DE INFRAESTRUCTURA DEL ESPACIO PÚBLICO Y LAS VIVIENDAS
4. INVERSIÓN DE ENTIDADES PRIVADAS: viviendas más caras solo accesibles a personas de nivel adquisitivo alto, tiendas de productos caros, franquicias
- REVALORIZACIÓN DEL SUELO: subida de precios
- RE-UBICACIÓN DE LAS PERSONAS MÁS POBRES DEL BARRIO A ZONAS CON MENOS VALOR ADQUISITIVO Y POLÍTICO (MENOS VISIBLE, CON MENOS CONECTIVIDAD A OTRAS ZONAS DE LA CIUDAD…)
Como se puede observar estas fases generan la pérdida de la identidad de las personas y la esencia del barrio para hacer de ello un espacio de consumo, ya que la gentrificación o aburguesamiento es un proceso artificial que pretende homogeneizar la población barrial y todas sus facetas de la vida (vivienda, alimentación, ocio, cultura, etc). El barrio de Lavapiés se ha caracterizado tradicionalmente por ser un lugar de confluencia (primero con migración del propio estado español y más recientemente de otras partes del mundo). Una vez más se demuestra que las instituciones no tienen ningún interés en invertir en mejoras sociales para las personas que ya habitan en Lavapiés y en cambio sí lo tienen en un modelo capitalista.
En su lucha diaria por no cambiar el estilo de vida del barrio, la policía no hace sino irrumpir en esta lucha. El acoso diario de los agentes policiales en la zona es abrumador. Constantes identificaciones, detenciones y desalojos no hacen sino demostrar este interés gubernamental, por hacer de este barrio una especie de barrio-delictivo. Basta ya de generar un cambio social desde la necesidad de aquellos que tienen y que quieren hacer de nuestras vidas, sus movimientos económicos para llenar sus bolsillos.
Frente a esta perspectiva negativa, se están sucediendo en el barrio muchos movimientos de lucha y resistencia. Dentro de las diversas formas de lucha encontramos en este barrio la ocupación de edificios y espacios abandonados. Múltiples edificios inutilizados y aparentemente en ruina, son reocupados y reconstruidos por personas con la finalidad de generar espacios colectivos que mueven un sinfín de actividades, que inciden de manera real en la vida de las personas. Es decir el mismo barrio da respuesta a las necesidades de sus habitantes. Véase en lo últimos años por ejemplo: Casablanca, El Solar de Lavapiés, Raíces, La Barraka, La Manuela, y en el presente La Quimera, y Esta es Una Plaza.
No queremos que Kambalache tenga el mismo destino que otros espacios sociales desalojados, como el anteriormente descrito.
Por todo esto desde la Asamblea de Apoyo a la Corrala de Kambalache lanzamos esta campaña y defendemos el derecho a la vivienda.
Fuentes:
Lavapiés Ingentrificable, Jornadas Anti-gentrificación EKO, Malpaís y Lavapiés Ingentrificable.